🏔️ Nafarroa Xtrem 2025 – Cuando el frío gana por KO 🌧️💨
- jorgerefer0
- 2 may
- 2 Min. de lectura

El viaje ya prometía aventura… 😅Salí de Galicia con solazo y buenas sensaciones. Recogí a Fernando (@fertatallo) en Ponferrada y pusimos rumbo a Burgos, donde nos esperaba Antón (@43rdnorth). ¿El menú del día (y de los tres días)? Tortilla. Comimos tortilla, cenamos tortilla… no sé cuántas gallinas murieron por nuestra culpa, pero seguro que fue una masacre. 🥚😂
Mientras tanto, las noticias desde Zubiri eran cada vez menos alentadoras: tormentón, desplome de temperaturas y nuevo material obligatorio: mallas largas. Antón sin ellas, yo el celíaco que me había olvidado todo lo "sin gluten"... así que parada técnica: Decathlon y Mercadona, salvadores del ultra runner despistado. ¡El viaje ya era una ultra!.
Llegamos al pueblo con un tiempazo engañoso, recogimos dorsales, abrazos con amigos y a dormir. Nos levantamos a las 5:00, desayuno en modo zombi y a las 7:30 en línea de salida. 70 km y 4000+ por delante. De noche había llovido fuerte y nos avisaban: preparaos. Pues venga.
🚀 Salgo bien, primer avituallamiento en Leñadi en mi tiempo objetivo (~2h). Barro por todas partes, pero aún no llueve, temperatura soportable. Allí está Blas (@blaspuravida), de @quirogatrailchallenge, quien nos avisa: "El Adi está resguardado, pero lo que viene luego va a estar duro". No exageraba.
Subimos el Adi, y empieza el infierno: lluvia intensa, viento de 80 km/h, barro hasta las orejas, sensación térmica bajo cero. Un hayedo precioso, sí... si no fuera porque parecía una peli de catástrofes. 🌪️🌧️
Mi cuerpo no entraba en calor. Las manos, inútiles. No podía ni abrir la mochila ni cerrar la chaqueta. Frío, incomodidad y un pensamiento claro: no estoy disfrutando. Decido aguantar hasta el Saioa (1.418m) por darme una oportunidad. Pero no, la cosa iba a peor.
💭 En el km 35, me paro en el avituallamiento. Me preguntan si estoy bien. Respondo: “Sí, pero estoy helado. Hoy no es el día”. Me dicen que puedo bajar hasta el pueblo por una pista. Y así fue. Me recogió un coche de la organización, que se portó de 10. Allí estaba otra vez Blas, preocupándose por todos, ¡qué grande eres!.
🧼 Una ducha caliente, algo de comida y ropa seca, y ya parecía otra persona. Poco después, me entero de que Antón también había abandonado en el mismo punto. Lo recojo y juntos vamos a recibir a Fernando, que con dos narices cruzó meta en poco más de 10h. ¡Máquina!
🎒 No siempre se gana. A veces toca saber parar, escuchar al cuerpo y al clima. La montaña es así. No perdona, pero siempre enseña.
Me quedo con los paisajes (aunque borrosos por la lluvia 😅), con los amigos, con las tortillas, con el barro y con las ganas de volver. Porque sí, volveremos.
Gracias a la organización y a los voluntarios, siempre con una sonrisa incluso bajo el diluvio. Nos vemos en la siguiente. 🌲✨
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